jueves, 28 de septiembre de 2017

Nueva Kumari (diosa viviente) de Katmandú

Una vez ungida como diosa viviente, Shakya -que como sus antecesoras pertenece al pueblo Newar del valle de Katmandú- será autorizada a salir de su nuevo hogar 13 veces al año para días festivos especiales.


Nepal, ciberpasquinero

Una niña de tres años fue designada como la nueva Kumari de Katmandú, sustituyendo a la hasta ahora "diosa viviente", que ya ha alcanzado la pubertad, siguiendo así una ancestral tradición del pueblo Newar.
Trishna Shakya será oficialmente ungida como la nueva Kumari, cuando sea trasladada desde su domicilio familiar hasta un palacio en el centro de Katmandú, donde vivirá y será atendida de manera especial.
Fue seleccionada entre cuatro candidatos, dijo Uddhav Man Karmacharya, un religioso hindú.
"Ocupará su lugar en el trono de Kumari tras una ceremonia con oraciones y rituales tántricos", dijo Karmacharya.
Una vez ungida como diosa viviente, Shakya -que como sus antecesoras pertenece al pueblo Newar del valle de Katmandú- será autorizada a salir de su nuevo hogar 13 veces al año para días festivos especiales.
Desfilará en Katmandú vestida con trajes de ceremonia y un elaborado maquillaje.
Cuando esté fuera, la Kumari -considerada como la encarnación de la diosa hindú Taleju- será transportada porque sus pies no deben tocar el suelo.

Requisitos
Los criterios de selección para las aspirantes a Kumari son estrictos. Tienen una serie de requisitos físicos, como un cuerpo inmaculado, mejillas de león y piernas de gamo.
Incluso si una de las niñas cumple con todos los requisitos físicos, deberá mostrar su bravura al asistir sin llorar al sacrificio de un búfalo.
Esta tradición Newar tiene elementos de hinduismo y budismo. Las kumaris más importantes representan cada una a tres de los antiguos reinos del valle de Katmandú: Katmandú, Patan y Bhaktapur.
La práctica estaba estrechamente vinculada con la monarquía nepalesa y continuó a pesar de que el último rey fuera depuesto en 2008, poniendo fin a una monarquía hinduista que llevaba 240 años en el poder.

Críticas por la educación
Esta tradición, sin embargo, despierta críticas entre los defensores de los niños, que consideran que a las kumaris no se les permite tener una niñez y se las aísla de la sociedad, entorpeciendo su educación y desarrollo.
En 2008, el Tribunal Supremo de Nepal estimó que la diosa viviente debía ser educada, así que ahora reciben educación dentro del palacio.
Muchas exkumaris hablaron sobre las dificultades para integrarse en la sociedad cuando dejan el trono.
Matine Shakya, la Kumari saliente, fue ungida como diosa viviente en 2008, cuando tenía tres años.
En los últimos años, las familias presentan cada vez a menos candidatas a Kumari.

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